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Impuestos en la era de las compras digitales: una reflexión para 2024 y los años venideros
May 15, 2024
Según José Manuel Gómez Sarmiento, Vicepresidente Jurídico de Asobancaria en un artículo de opinión en el diario Asuntos Legales, la evolución hacia una economía digital ha planteado desafíos significativos para la estructura fiscal tradicional. Explica que esta realidad es reconocida globalmente, y cita a Benjamín Franklin, expresando: “en este mundo solo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos”. Según Gómez, la tributación no ha sido ajena a esta transformación, y diversas organizaciones internacionales, como la OCDE, han trabajado intensamente para entender y abordar los retos que presenta la digitalización. La problemática se centra en cómo clasificar las rentas de los nuevos modelos empresariales y en cómo manejar la creciente presencia digital -no física- en la economía global.
Desde 2013, la OCDE ha estudiado los modelos de negocios basados en tecnologías de la información y las comunicaciones, identificando sus características y los problemas relacionados con la erosión de las bases imponibles y el traslado de beneficios fiscales. En 2021, 132 países firmaron una declaración que establece un nuevo marco para una reforma fiscal internacional, definiendo reglas para determinar dónde deben gravarse las rentas de las empresas y multinacionales digitales. Este marco sugiere que la percepción de ingresos por parte de una multinacional, basada en su participación sostenida y significativa en la economía de un país, debe evaluarse a largo plazo, considerando la asunción de riesgos, activos y funciones.
No obstante, la OCDE ha destacado que, ante la falta de un acuerdo global, muchos países han adoptado medidas unilaterales, lo que podría llevar a problemas de certeza y doble o múltiple imposición. Por tanto, se sugiere que estas medidas sean provisionales mientras se toma una decisión global definitiva, evitando afectar negativamente la inversión, la innovación y el emprendimiento, especialmente en pequeñas y medianas empresas.
En Colombia, con la Ley 2277 de 2022, se introdujo el concepto de Presencia Económica Significativa (PES). Este concepto se aplica a personas no residentes o entidades no domiciliadas en el país, gravando sus ingresos provenientes de la venta de bienes y/o prestación de servicios digitales a clientes ubicados en Colombia, siempre que obtengan ingresos de al menos $1.400 millones anuales y mantengan una interacción deliberada y sistemática en el mercado colombiano, como contar con 300.000 usuarios en el territorio o permitir visualizaciones y pagos en pesos.
Para el recaudo, se estableció una tarifa de retención del 10% sobre el valor total del pago, con la opción de que el contribuyente con PES declare y pague una tarifa del 3% sobre la totalidad de los ingresos, pudiendo solicitar la no aplicación de la retención. Los agentes de retención incluyen a las entidades emisoras de tarjetas de crédito y débito, vendedores de tarjetas prepago, recaudadores de efectivo a cargo de terceros, pasarelas de pago y los agentes de retención designados por la DIAN.
Desafíos y Reflexiones del Esquema de PES
José Manuel Gómez Sarmiento, reflexiona sobre el esquema de PES y sus implicaciones prácticas. Gómez Sarmiento destaca la necesidad de considerar situaciones en las que un agente retenedor no tenga una relación directa con un comercio y, por ende, no pueda determinar si una entidad cumple con las condiciones para ser objeto de retención. Esta situación plantea un reto significativo para el correcto funcionamiento del sistema de retención.
En su análisis, Gómez Sarmiento sugiere que los actores que tienen una relación directa con los comercios deberían ser responsables de realizar la retención, facilitando así el proceso y eliminando dudas sobre su manejo. Además, propone que la Administración Tributaria considere la posibilidad de identificar las entidades que no optan por declarar, para que sean estas las sujetas a retención en la fuente por su condición de PES en Colombia.
La reflexión de Gómez Sarmiento subraya la importancia de un enfoque colaborativo entre los actores del mercado y las autoridades fiscales para asegurar que el esquema de PES funcione de manera efectiva y equitativa. La claridad en las responsabilidades de retención es crucial para evitar la evasión fiscal y asegurar que todas las entidades que operan en el mercado digital colombiano contribuyan adecuadamente.
Impacto y Perspectivas Futuras
La implementación del concepto de PES en Colombia es un paso significativo hacia la modernización del sistema fiscal en el contexto de la economía digital. Sin embargo, como indica Gómez Sarmiento, es esencial que se continúe evaluando y ajustando este esquema para asegurar que sea justo y eficiente.
El avance hacia una economía digitalizada seguirá planteando nuevos desafíos fiscales, y será crucial que las autoridades colombianas continúen colaborando con organizaciones internacionales como la OCDE para desarrollar soluciones globales. La cooperación internacional es vital para evitar la doble imposición y crear un entorno fiscal que promueva la innovación y el crecimiento económico.
La reforma fiscal digital debe balancear la necesidad de recaudar ingresos con el estímulo a la inversión y el desarrollo empresarial. En este sentido, la flexibilidad y adaptabilidad de las políticas fiscales serán clave para enfrentar los rápidos cambios tecnológicos y económicos que caracterizan la era digital.
Recomendaciones y Consideraciones Prácticas
Para que el esquema de PES sea efectivo, es necesario considerar una serie de recomendaciones y ajustes que podrían mejorar su implementación. Primero, la Administración Tributaria debería establecer un mecanismo claro y transparente para identificar a las entidades que cumplen con los criterios de PES. Esto no solo facilitaría la labor de los agentes de retención, sino que también proporcionaría una mayor certeza a las empresas sobre sus obligaciones fiscales.
Además, se debería fomentar un diálogo continuo entre las autoridades fiscales y los representantes del sector digital para entender mejor las particularidades de los modelos de negocio digitales. Este diálogo podría incluir la creación de foros de consulta y grupos de trabajo dedicados a abordar los desafíos específicos de la tributación digital.
Gómez Sarmiento también sugiere que se desarrollen herramientas tecnológicas que permitan a los agentes de retención verificar fácilmente si una entidad cumple con los requisitos de PES. Estas herramientas podrían incluir bases de datos actualizadas y accesibles, así como sistemas automatizados de retención que minimicen los errores y las disputas.
Finalmente, es importante considerar el impacto que estas medidas fiscales pueden tener en las pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector digital. Las pymes, a menudo, no tienen los mismos recursos que las grandes multinacionales para cumplir con complejas obligaciones fiscales. Por lo tanto, se podrían introducir exenciones o tratamientos especiales para apoyar a estas empresas y fomentar su crecimiento.
Conclusión
En conclusión, la reflexión de José Manuel Gómez Sarmiento sobre los impuestos en la era de las compras digitales resalta la complejidad y la importancia de adaptar los sistemas fiscales a las nuevas realidades económicas. La implementación de la PES en Colombia es un paso adelante, pero requiere un análisis continuo y ajustes para asegurar su efectividad y equidad. La colaboración entre el sector privado y las autoridades fiscales será fundamental para navegar este nuevo panorama tributario y asegurar que la economía digital pueda prosperar en un entorno fiscal justo y equitativo.
La economía digital sigue evolucionando rápidamente, y los sistemas fiscales deben evolucionar con ella. Al abordar los desafíos de la tributación digital de manera proactiva y colaborativa, Colombia puede establecer un marco fiscal que no solo recaude ingresos de manera eficiente, sino que también promueva la innovación y el crecimiento en el sector digital. En última instancia, un enfoque equilibrado y bien informado beneficiará a todas las partes involucradas y contribuirá a un entorno económico más dinámico y justo.